En España, el consumo de renovables lleva tres años seguidos retrociendo. ¿Las causas? La baja producción hidroeléctrica, consecuencia de la sequía de 2017, y el hecho de no haberse incorporado apenas nueva potencia renovable en los últimos años. Como resultado, nuestra dependencia energética ha aumentado por encima del 76% y las emisiones de CO2 se han disparado. El dato positivo es que la tecnología renovable española gusta fuera y las exportaciones han alcanzo cifras históricas.

Los estudios macroeconómicos sobre la situación del sector renovable en España, que APPA viene realizando desde hace diez años, tienen siempre una excelente acogida. Prueba de ello es que de nuevo esta mañana el salón de actos del Club Español de la Energía (Enerclub), donde se ha presentado el informe, estaba hasta los topes (más de 160 profesionales según el cómputo de APPA). Los encargados de desgranar los datos han sido los máximos responsables de APPA

Empezando por lo positivo, a destacar la fuerza exportadora de la tecnología renovable española. Tanto es así que las exportaciones de bienes y servicios del sector alcanzaron una cifra récord al situarse en 4.564 millones, lo que arroja un saldo neto exportador de 3.117 millones de euros.

Esta balanza comercial renovable contrasta fuertemente con el déficit comercial del conjunto de la economía (-22.694 millones) del cual el déficit energético supone el 85% (-19.269 millones).

Respecto a lo negativo, si nos centramos en las renovables eléctricas, la baja producción hidráulica, consecuencia de la sequía que España sufrió en 2017, hizo que la generación eléctrica renovable disminuyera un 16,4%. El hecho de no haberse incorporado apenas nueva potencia renovable que pudiera sustituir esta disminución no ayudó precisamente, haciendo que el porcentaje de renovables sobre energía final bruta descendiera hasta el 16,7%, lo que nos aleja de los objetivos del 20% para 2020.

Fuente: Energias-renovables

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